6 beneficios del ejercicio físico sobre la salud mental

Existen numerosos estudios que avalan que pequeñas cantidades de movimiento, ejercicio físico, están asociadas con menor riesgo de problemas de salud mental.

¿Cómo?

El ejercicio físico es uno de los pocos procesos conductuales que parece aumentar la neuroplasticidad.

Además de la modulación directa de las respuestas cognitivas y afectivas, el entrenamiento físico también puede facilitar el aprendizaje de respuestas conductuales adaptativas: capacidades de autorregulación.

El ejercicio puede mejorar la capacidad para tolerar afecto negativos o elevados niveles de excitación. El ejercicio de alta intensidad provoca una excitación del sistema nervioso autónomo que puede emular sensaciones similares a las causadas por la ansiedad. Durante el ejercicio, se experimentan estas sensaciones en un contexto no amenazante en el que las señales internas aversivas no sólo se esperan sino que pueden hasta buscarse. Esto puede formar nuevos patrones de actuación frente a la ansiedad al inhibir la respuesta de evitación/escape.

Mejora la capacidad de estar en el momento presente al aumentar la capacidad de dirigir y mantener la atención a los ejercicios, sobre todo si son nuevos patrones motores para el cuerpo.

Comprometerse con el movimiento ha demostrado incrementar la sensación de autoeficacia.

El entrenamiento mejora la sensibilidad a la recompensa al aumentar la función dopaminérgica. La sensibilidad a la recompensa disfuncional es una característica que aumenta el riesgo de depresión y dificulta muchas intervenciones terapéuticas.

Si quieres saber más, te animo a leer "The Role of Exercise in Management of Mental Health Disorders: An Integrative Review" (Annual Review of Medicine).

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