Es frecuente que madres, padres y adolescentes aprovechen el espacio en consulta para comunicarse con el/la otro/a, tanto por la misma contención ambiental como por la mediación que se facilita.
A veces para comunicarse con adolescentes se requieren habilidades especiales. Aunque inevitablemente las y los adultos hemos transitado lo mismo, en cierta manera es como aprender otro idioma.
A continuación algunas cuestiones que las y los adultos necesitamos tener en cuenta para comunicarnos de forma efectiva con adolescentes:
No podemos esperar que apliquen la ‘lógica’ de adultos. Hay que entender la suya.
Es habitual que se quejen, de todo. No es raro que estén fundamentalmente enfadados. Por su aspecto físico, por las convenciones sociales, por sus obligaciones... y es habitual que muestren emociones intensas. Por parte de las y los adultos, estas deben ser escuchadas, aceptadas y validadas. No le juzgues. No le des soluciones. Demuéstrale que le escuchas sin intervenir, dejando espacio para su desarrollo. Si el adolescente se siente comprendido y contenido, lo más probable es que encuentre su propia solución.
A veces iniciar una conversación con un adolescente es una ardua tarea. Lo ponen difícil, a menudo a propósito. Pregúntale. Pregunta con respeto e interés. Sin infantilizar ni minimizar. Sin intención de fisgonear. Con sutileza. Con muchísima empatía. Con intención de participar y ofreciendo ayuda si la desea.
Intenta no irritarte con las respuestas del adolescente, aunque a momentos quieras mandarle a freír espárragos. Intenta evitar los ¡te lo dije!: no aportan más que enfado y distanciamiento. Vas a tener que controlar tu rabia. Trata de no imponer tu opinión. No expreses afirmaciones dogmáticas ni generalices. Todo lo que digas puede ser y será usado en tu contra.
Crea un clima distendido. Quizá sea buena idea estar en algún lugar en exterior donde exista ese efecto de contención ambiental. Con tiempo. Sin interrupciones. Sin móviles.
Pregunta. Y sobre todo, escucha. Pon toda la atención en el adolescente. No en ti, no en la emoción que a ti te genera. Ha de estar seguro de que lo que dice y cómo se siente es importante para ti incluso cuando no estás de acuerdo.
Modula tus reacciones. El adolescente ha de estar seguro de que tienes la habilidad de recibir lo que te dice, sin asustarte, sin retirarte.
© Derechos de autor. Todos los derechos reservados.
Todo el contenido está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.