Desde el prima de la disciplina positiva, la meta fundamental de los menores (y de los adultos también) es el sentir de pertenencia, de saberse importantes.
Para Dreikurs, la mala conducta de los menores se traduce en desaliento respecto a esta meta en base a 4 creencias erróneas que conforman, a su vez,4 metas equivocadas:
- Atención inapropiada (creencia: "pertenezco solamente si tengo tu atención"
- Poder mal dirigido (creencia: "pertenezco solo cuando mando".
- Venganza (creencia: "no pertenezco pero al menos te puedo lastimar".
- Deficiencia asumida (creencia: "me rindo, es imposible pertenecer").
Muchos menores (también adultos) adoptan una o más de una de esas 4 metas al pensar erróneamente que la atención ilimitada o el poder les dará ese sentido de pertenencia, que la venganza les dará satisfacción a cambio de su dolor por no pertenecer o que realmente son inadecuados, rindiéndose.
Pensar en la mala conducta de esta forma e identificar la meta y creencia erróneas son muy útiles para ayudar a los menores. No es tan importante si las creencias se basan en hechos reales o en su imaginación; la conducta radica en lo que se cree de verdad, no en lo que sea realmente verdad.
Alentar es la manera más segura de cambiar la conducta. Un menor estimulado no necesita portarse mal.
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