El sesgo de género en salud mental nos afecta a todas y todos.
Para poder entender y abordar de forma óptima los problemas de salud mental, necesitamos denominarlos y ordenarlos con un criterio común. Por este motivo existen los diagnósticos. Aún a riesgo de resultar reduccionista y restar importancia a las (infinitas) particularidades individuales, son necesarios.
Los diagnósticos en salud mental son conjuntos de síntomas/signos que conforman cuadros similares en apariencia y evolución. Su clasificación permite, también, estudiar y establecer intervenciones específicas.
Inevitablemente, de la misma forma que en los demás aspectos de nuestra sociedad, los criterios diagnósticos en salud mental se han visto afectados, sesgados y determinados por el androcentrismo.
Ante palpitaciones y sensación de ahogo, es más probable que recibas un ansiolítico si eres mujer y que recibas un diagnóstico certero y precoz de infarto si eres varón.
Ante problemas digestivos, es menos probable que te detecten precozmente una enfermedad inflamatoria si eres mujer.
Pero también si eres hombre esto te afecta.
Tienes menos probabilidades de que un malestar emocional sea validado y escuchado.
Probablemente te resulte más complicado reconocer este tipo de dificultades tanto ante tus allegados/as como ante las y los profesionales. Probablemente hasta ante ti mismo.
En el caso de las mujeres, se pierden más de vista los factores médicos, políticos y socio-económicos.
En el caso de los varones, se pierden más de vista los factores psicológicos.
Pero nos afecta a todas y todos.
Por esto trato de entrenarme y educarme todos los días. Por favor, inténtalo tú también
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